Mínimo inestable del motor: El síntoma más común de los cables de bujías dañados es un mínimo inestable en el motor. Los cables de bujía son los responsables de transmitir la corriente eléctrica desde el sistema eléctrico de un vehículo de motor a las bujías de encendido, donde se utiliza la corriente eléctrica para iniciar la mezcla de mezcla aire/combustible. Unos cables de bujías malos pueden inhibir el flujo normal de corriente eléctrica que llega a los enchufes de las bujías del vehículo, lo cual puede causar un mínimo errático y defectuoso.
Falla en el motor: Una falla en el motor normalmente se produce como resultado de la combustión errática o incompleta en el motor y es otro síntoma común de cables de bujía defectuosos. Muchas veces, los cables de bujías dañados hacen que el flujo de corriente eléctrica hacia las bujías del motor sea errático, alternando entre períodos breves de flujo normal y breves períodos de flujo anormal y errático. El resultado de esto la combustión en el motor irregular e incompleta, lo que puede manifestarse como una falla en el motor.
Vacilación del motor: La vacilación del motor, la cual normalmente es más evidente durante la aceleración, es una condición que resulta a menudo bien sea de un flujo anormal de combustible en un motor o una conducción eléctrica anormal hacia las bujías de un vehículo. Los cables de bujía malos, ya sea que se degradan internamente o desarrollan grietas y roturas en las cubiertas externas, causan interferencias eléctricas y pueden causar que un motor vacile si interrumpen el flujo normal de corriente eléctrica que viaja desde la batería hacia las bujías de encendido.
Poder reducido del motor: Se necesita una conducción eléctrica apropiada hacia las bujías para asegurar una combustión y potencia adecuada del motor. Cualquier anomalía en el sistema eléctrico del vehículo, incluso en sus bujías y cables de bujías, puede afectar de forma negativa la chispa en las bujías, lo cual influirá en la combustión y potencia del motor. Los cables de bujía dañados pueden resultar en una pérdida significativa de potencia del motor si inhiben o interfieren con el flujo normal de electricidad que llega a las bujías del vehículo.
Agitamiento del motor: Un síntoma común de un problema eléctrico en el vehículo es el agitamiento en el motor, una condición que ocurre cuando un vehículo experimenta períodos breves de corriente eléctrica adecuada hacia sus bujías, intercalados con breves períodos en los que se reduce o deja de existir el flujo eléctrico. El agitamiento del motor es un síntoma común de cables de las bujías dañados, especialmente si los cables tienen grietas o roturas en su cubierta exterior, condición que puede crear una resistencia eléctrica significativa y conducir a un flujo de corriente eléctrica anormal o ninguno por completo hacia las bujías.
Las bujías son la parte del vehículo que generan la chispa necesaria para el encendido y funcionamiento del motor, esta chispa es producida por una corriente de alto voltaje que va desde la bobina a través de unos cables hasta la bujía. Es entonces en el extremo interno de la bujía donde la corriente pasa a la cámara de combustión para encender la mezcla de aire-gasolina que el motor usa para iniciar su funcionamiento. En los motores equipados con encendido computarizado, los cuales no utilizan bobina, la dirección de la corriente va directamente a las bujías a través de los cables. Para este último caso, es de vital importancia que exista estática electromagnética, ya que se pueden alterar algunos componentes y equipos del vehículo como sensores de temperatura, sensor de oxígeno, el módulo de control, el radio, etc.
El Cable de la bujía es un componente básico pero fundamental para el funcionamiento del motor. Lleva alta tensión, que va desde 30k a 50K voltios, producido por la bobina de encendido a la bujía. Para que el motor funcione de manera adecuada, es necesario que los cables de la bujía no tengan fugas de corriente y se evite al máximo la emisión de ruidos y la estática, por esto, se recomienda hacer una revisión periódica, por lo menos una vez al año, de toda la instalación eléctrica, con esto garantizamos que no se presenten daños o deterioro en la instalación que puedan generar problemas y fallas en el vehículo.
El deterioro tanto de los cables y capuchones de la bujía, pueden ser causados por el desgaste, la vibración del motor, derrames de líquidos de frenos, acido de la batería o por una mala instalación durante una reparación, este deterioro se refleja en la reducción de la conducción entre la bobina y la bujía. Para estar seguros que los cables de las bujías se encuentran en buen estado, se debe encender el motor en un lugar con baja luminosidad y estar atentos a la presencia de pequeñas descargas eléctricas cerca a los cables o a un ruido similar a un crujido. Si se presentan alguno de estos dos indicios, se está presentando una fuga de corriente eléctrica de alto voltaje.