Una geomalla es un geosintético (son fabricados con productos derivados del petróleo dedicados a cambiar o mantener las características del suelo) que consiste en un arreglo rectangular o triangular uniforme conformando una estructura abierta que permite al suelo pasar a través del plano, el arreglo está conformado por tiras de material unidos en un punto llamado nodo, los materiales principales de construcción son el poliéster, el polipropileno y polietileno de alta densidad.
El uso de las geomallas en las carreteras ayuda reforzar la base granular del pavimento y a generarle estabilidad.
Las geomallas sirven para diferentes cosas, como son:
Estabilizar y reforzar los terraplanes (tierra con que se rellena un terreno para levantar su nivel y formar un plano de apoyo adecuado para hacer una obra.) en las carreteras y vías férreas.
Reforzar la base en terraplanes de suelos blandos.
Reforzar los rellenos y suelos en las zonas industriales de los centros comerciales.
Reforzar y controlar la erosión de taludes (acumulación de fragmentos de roca partida en la base de paredes de roca, acantilados de montañas o cuencas de valles) y laderas (es el declive de un monte o de cualquier lugar alto) inclinadas.
Estabilizar y reforzar los muros de contención y los muros verdes.
Además de todo esto estas ayudan a:
Aumentar de forma significante la seguridad y estabilidad de los taludes.
Reducir el volumen en los movimientos de tierra.
Mantener el aspecto natural de las laderas.
Hace que las carreteras, las vías férreas y los caminos reforzados duren más tiempo.
Reducir significativamente la aparición de grietas.
Mejorar las características del suelo natural.
Lo más importante es que debido a sus características mecánicas e hidráulicas con las geomallas se puede hacer un proyecto de ingeniería civil y geotécnica, ya que constituyen una innovadora solución estructural desde un punto de vista técnico, paisajístico y económico, respaldada por múltiples aplicaciones a nivel mundial en todos los campos de la construcción.